La ambliopía u ojo vago es una afección que hace disminuir la agudeza visual sin razones aparentes para que esto ocurra, aunque es una enfermedad que va a sociada en numerosos casos a la miopía, astigmatismo o hipermetropía. De echo en la mayoría de los casos puede desarrollarse debido a alguna clase de defecto de refracción como los mencionado anteriormente que no ha sido bien corregido o incluso no se ha llegado a diagnosticar.
Suele afectar a un solo ojo, aunque es posible que afecte a ambos si estos han sufrido en algún momento un periodo largo de deprivación visual por causas como una catarata congénita en ambos ojos. En el caso de que esto ocurra hay que proceder a curar la catarata mediante cirujía andtes de que el niño termine su fase de desarrollo visual o los daños serán irreparables.
Aunque no se sepa con claridad la razón que provoca esta enfermedad ya que no se produce por ninguna lesión en el organismo, existen causas por las que puede aparecer. La comentada anteriormente depravación visual es una de ellas. El estabrismo se puede desencadenar la ambliopía, ya que el ojo que está desviado va perdiendo su capacidad, centrándose en el ojo no desvíado que funciona de fijador. Las ametropias, que se producen cuando la diferencia en unos ojos miopes entre las dioptrías entre ambos es demasiado grande también puede causar ojo vago.
Algunos de los síntomas de la ambliopía son: mala visión, tendencia a entrecerrar los ojos, inclinar la cabeza o cerrar un ojo para ver; una percepción de profundidad limitada, el ojo desvíado y dolores de cabeza.
En la segunda parte de este artículo os informaremos sobre el diagnóstico de la enfermedad, que como se ha visto es vital a la hora de corregir la falta de agudeza visual y debe y suele ser detectado en la niñez. También describiremo el tratamiendo que se utiliza habitualmente: los parches ortópicos.
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